Cómo católicos, mis amados hermanos debemos considerar que la fuente real de todo derecho es Dios nuestro padre y la justicia debe de prevalecer en nosotros incluso sobre cualquier ley humana.
Aquél que toma un pescado por hambre no debe considerarse por ratero, por justicia tenemos que apoyarle para que tenga una forma honesta para poder alimentarse.
La política y nuestra religión no son conceptos opuestos, os lo explicaré.
La separación iglesia estado es muy necesaria pero la moral y los valores católicos son universales.
Si los políticos retomarán los valores católicos les aseguro que el mundo sería muy diferente.
Por ejemplo nosotros debemos de servir a los demás, el político católico jamás debe de olvidar ni este valor, ni ninguno de los valores que nos inculcan.
Todo poder se debe poner al servicio de los demás y no para nuestro beneficio.
Vale más amasar fortuna espiritual que riqueza mundana, pues lo mundano se termina con la muerte y lo espiritual trasciende a la eternidad.
Jamás sacrifiquen lo espiritual por lo mundano.