En el desierto de la vida.
A continución el Espíritu le empuja al desierto, y permaneció en el desierto cuarenta días, siendo tentado por satanás. Estaba entre los animales del campo y los ángeles le servían (Mc 1, 12-13).
Pasa lo mismo con los cristianos, en el desierto de la vida siempre llega satanás a tentar para desviarse de la fe; pero para eso se necesita poner la mirada fijo en Jesús para poder vencer toda tentaciôn.
