"Me siento solo y abandonado y a veces reacciono con ustedes, que están cerca de mí, de manera impropia. Les pido perdón”. Yo lo vi llorar en su soledad y me impactó mucho que una vez, sobre su crema de espárragos, caían sus lágrimas. Lloraba. Nos dijo: “Demuéstrenme que estoy equivocado y le voy a pedir perdón al pueblo el domingo. Si algo no puedo hacer es engañar al pueblo”.