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¿Cómo el encuentro entre el arzobispo de Pekín y el obispo de Hong Kong testimonian una nueva cultura de fraternidad católica?

Durante el período comprendido entre el 13 y el 15 de noviembre, el arzobispo de Pekín, Joseph Li Shan, ha realizado una visita a Hong Kong, donde fue bienvenido por su obispo, el cardenal Stephen Chow.

A su vez, este último había estado en Pekín en abril.

Lejos de ser un acto de cortesía entre Iglesias cercanas, se trata de un hito conjunto para testimoniar una nueva cultura de fraternidad.

Este mismo acto se vivió siete meses atrás, cuando Chow aceptó la invitación de Li Shan y viajó a Pekín.

Hacía 30 años que un obispo de Hong Kong no ponía un pie en China.

De hecho, el último precedente lo encarnó el cardenal John Lu, que visitó tres veces el continente, la última de ellas en 1994.

Difícil contexto

Hay que tener en cuenta el difícil contexto político y religioso para entender un paso que, en ambos sentidos, puede calificarse de histórico.

De hecho, la isla Hong Kong mantiene un estatus propio desde el 1 de julio de 1997 (tres años después de la visita de Lu), cuando abandonó, después de siglo y medio, su condición de colonia británica y alcanzó su autonomía, pasando a pertenecer a la República Popular China, pero como una Región Administrativa Especial.

Esto se traduce en que, entre otras cosas, a diferencia del régimen comunista de Pekín, Hong Kong cuenta con un sistema político basado en la separación de poderes y, en lo económico, en un modelo de libre mercado.

Nivel confuso de independencia

Sin embargo, el nivel de independencia no siempre está claro y no son raros los choques entre las autoridades.

La última crisis se dio entre 2019 y 2021, cuando el régimen comunista promulgó una dura Ley de Extradición por la que podían ser juzgados periodistas y defensores de los derechos humanos, lo que provocó grandes protestas.

De hecho, el arzobispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, ha sufrido estos años un proceso judicial por su compromiso al apoyar a manifestantes detenidos. Un sufrimiento en los tribunales que, de hecho, concluyó con su condena, aunque fuera simbólica.

Disminuir las diferencias

Así, las connotaciones religiosas en este enjambre político han obligado a los representantes de la Iglesia de Hong Kong a mantener una cierta posición de independencia respecto a China, y mucho más en un contexto por el que la Santa Sede y el régimen comunista mantienen un acuerdo provisional para el nombramiento de obispos, buscando, entre otras cosas, disminuir las diferencias entre la llamada Iglesia clandestina y la oficialista.

Tampoco se puede pasar por alto que Li Shan también es el presidente de la Asociación Patriótica de Católicos Chinos.

Esto demuestra una tregua histórica entre dos iglesias que han estado separadas por mucho tiempo y ahora buscan unirse.
En este sentido hay que valorar los comentarios hechos ayer por el medio oficial del Vaticano, “Vatican News”, sobre la visita, denominándola “una gran experiencia de unidad”.
Por su parte el cardenal Chow deseó que un día todos los católicos chinos puedan reunirse para rezar .

Como vivió él mismo gracias a su “participación en el reciente Sínodo de los Obispos”, subrayó que “el protagonista de la unidad es el Espíritu Santo”.

En esta senda conjunta, “el papel de la Diócesis de Hong Kong es ser una ‘Iglesia puente’, caminando con nuestros hermanos y hermanas, buscando puntos de convergencia entre las personas y, al mismo tiempo, mirando positivamente las diferencias y las tensiones que conllevan”.

Apuesta por la chinaización

Por su parte, “Crux” destaca en otra información que Li Shan, en su conferencia teológica titulada “La iglesia sinodal y la iglesia en China: comunión, participación, misión”, insistió en que la vía del encuentro debe ser la “chinaización”.

En su charla, el líder de la Iglesia china ofreció este deseo: “Rezamos para que, bajo la guía de la revelación del Espíritu Santo de Dios, bajo la dirección del espíritu de comunión de la iglesia y bajo la diligente exploración de todos nosotros, la Iglesia china sea capaz de promover la labor de evangelización y espiritualidad en la dirección de la chinaización”.

Con información de VidanuevaDigital.com