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¿Cómo podemos ayudar a las víctimas del terremoto en Japón a través de la oración y el apoyo emocional?
Una semana después de que un gran seísmo sacudiera la costa occidental de Japón, miles de personas siguen sin acceso a agua y electricidad, sin saber cuándo podrán comenzar los planes de reconstrucción. El terremoto, que alcanzó una magnitud estimada de 7,6, golpeó la península de Noto el día de Año Nuevo, causando más de 200 muertes, hiriendo a más de 500 personas y desencadenando una destrucción masiva. Las bajas temperaturas y las fuertes nevadas y lluvias han dificultado la entrega de suministros, dejando a miles de personas con escasez de suministros y poca información.
En una entrevista con Vatican News, el presidente de Caritas Japón, Daisuke Narui, Obispo de Niigata, discutió la situación actual y los mayores desafíos. Expresó su agradecimiento al Santo Padre, que visitó Japón en noviembre de 2019, por su apoyo al pueblo japonés en estos momentos y enfatizó la importancia de la oración. También informó sobre otro terremoto que ocurrió poco antes de la entrevista, pero destacó que no debería ser motivo de alarma.
En una señal de solidaridad, el Papa Francisco lamentó las vidas perdidas en el mortífero terremoto de Japón a través de un telegrama tras la catástrofe y en sus palabras en la audiencia general del miércoles 3 de enero. Rezó por las víctimas y los rescatistas, recordando también a los miembros del equipo de rescate fallecidos en la colisión de un avión en Tokio.
Caritas Japón está colaborando activamente con la red mundial Caritas en más de 20 proyectos de desarrollo humano en todo el mundo. El secretariado general de Caritas Japón, en Tokio, trabaja en estrecha colaboración con las 16 diócesis, el personal y miles de voluntarios para orientar y coordinar las actividades.
Monseñor Narui describió los extensos daños causados por el terremoto y reveló las cifras de muertes, heridos y desaparecidos. Subrayó la dificultad de llegar a las zonas afectadas debido a las carreteras cortadas y señaló la necesidad de esperar a que se reparen las carreteras para poder prestar una ayuda más efectiva.
El mayor desafío radica en llegar a las zonas afectadas y proporcionar ayuda a las personas en los centros de evacuación y en sus propios pueblos, donde la comida, la electricidad y el agua escasean. A pesar de las dificultades, el obispo está considerando la posibilidad de proporcionar ayuda a través de guarderías y de colaborar con el gobierno local y otras ONG.
En cuanto a la situación de Japón, el obispo expresó su agradecimiento por las oraciones de apoyo y alentó a las personas a seguir orando por las víctimas. Subrayó la importancia del acompañamiento espiritual y emocional, además de los esfuerzos materiales, en un momento tan difícil.
La cercanía del Papa Francisco ha significado mucho para él y para el pueblo japonés, ya que demuestra la solidaridad global y el poder restaurador de la oración en situaciones difíciles.
Personalmente, el obispo resaltó la importancia de acompañar a los afectados a lo largo de todo el proceso de recuperación, no solo durante la fase de emergencia. Hizo un llamamiento a no olvidar a las víctimas y a mantener un apoyo continuo a largo plazo.
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Con información de alfayomega.es | Foto Créditos: alfayomega