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¿Cuándo y dónde la Virgen pidió a los fieles rezar el Rosario como remedio para evitar un terrible castigo en el mundo?
La Madre divina nos invita a orar el Rosario en diferentes ocasiones y lugares sagrados de todo el mundo. En Lourdes, la Santísima Virgen se le apareció a Bernardita Soubirous en 1858 mientras rezaba el santo Rosario. La Señora se vistió completamente de blanco y llevaba un cinturón azul y dos rosas amarillas en sus pies. Las cuentas de su rosario eran blancas y ella pasaba las cuentas entre sus dedos mientras rezaba el Rosario con Bernardita. En la segunda aparición, la Virgen le dijo a Bernardita que era la Inmaculada Concepción.
En Fátima, la Virgen María apareció seis veces a los tres pastorcitos. En cada una de las apariciones, la Virgen insistió en la importancia de rezar el Rosario diariamente para obtener la paz en el mundo y el fin de la guerra. En su última aparición, la Virgen se identificó como la Señora del Rosario. En Bonata e Tre Fontane, la Virgen también recomendó el rezo del Rosario por la conversión de los pecadores.
La Virgen también habló del Rosario en Akita, Japón. En 1973, la Santsima Virgen apareció a la Hermana Agnes Sasagawa y le dijo que el Rosario era la única arma eficaz para evitar el terrible castigo que nos espera. La Virgen también recomendó rezar el Rosario por el Papa, los Obispos y los sacerdotes, porque el demonio se filtra incluso en el interior de la iglesia.
En Cuapa, Nicaragua, la Santsima Virgen le dijo a Bernardo Martínez que rezara el Rosario no solo en mayo sino siempre. En Monte Umbe y Garabandal, en España, la Virgen rezó el Rosario con las videntes, enseñándoles a hacerlo correctamente. La Virgen también se apareció al Padre Gobbi y le dijo que el Rosario era la oración más efectiva para combatir el orgullo y la soberbia de Satán.
En conclusión, la Virgen nos invita constantemente a orar el Rosario en diferentes lugares sagrados de todo el mundo. Es importante hacerlo diariamente para obtener la paz en el mundo, la conversión de los pecadores y protegernos del maligno. Cuando rezamos el Rosario, invitamos a la Madre Celestial a unirse a nuestra oración, y así, nos convertimos en pequeños hijos que rezan en torno a ella. Rezar el Rosario es la arma más poderosa que podemos usar para acercarnos más a Dios y su Madre divina.
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Con información de Corazones.org
