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¿Cuál es la evidencia histórica sobre la existencia de Juan Diego y la aparición de la Virgen de Guadalupe en México?

En el año 2002, Juan Diego fue canonizado por el Papa Juan Pablo II en su quinta visita a México. Sin embargo, desde hace mucho tiempo, ha habido voces que han cuestionado la historicidad de Juan Diego y han puesto en duda su existencia. Para abordar estas dudas y validar la canonización, la Congregación vaticana para las Causas de los Santos creó en 1998 una Comisión histórica para su análisis.

El presidente de esta comisión histórica fue el experto en historia eclesiástica, Fidel González Fernández, quien es reconocido como uno de los mejores expertos en la materia. La comisión contó con la cooperación de unos 30 investigadores de diferentes nacionalidades, quienes ofrecieron una contribución decisiva para justificar la historicidad de Juan Diego y arrojar luz sobre la historia de México.

El padre González presentó los resultados del trabajo de la comisión en un congreso celebrado en la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos el 28 de octubre de 1998, el cual tuvo un éxito positivo en la resolución de las dudas presentadas sobre la problematica histórica.

Uno de los trabajos más originales del padre González, en el cual fue asistido por otros miembros de la comisión, Eduardo Chávez Sánchez y José Luis Guerrero Rosado (cf. El encuentro de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, Editorial Porra, México 1999, 564 pp.), es la presentación de 27 documentos o testimonios indígenas guadalupanos y 8 de procedencia mixta indo_española. Entre todos ellos, destaca el El Nican Mopohua y el llamado Códice Escalada.

El Nican Mopohua, del escritor indio Antonio Valeriano, está considerado como un testimonio privilegiado del proceso de transculturación del cristianismo de la Nueva España. No obstante, la cuestión acerca de la historicidad de su contenido y de cuanto en él es revestimiento literario o parte de un entorno cultural sigue siendo discutida con vehemencia. Cada palabra de los 218 versos del Nican Mopohua tiene sus significados dentro de las filosofías y mitologías nahuas y cristianas respectivamente. Al ser un texto literario, no tiene un valor histórico, sin embargo, ofrece el testimonio de la cosmovisión india del momento, algo mucho más importante para esa cultura que lo que podría haber sido una crónica fechada.

Por otra parte, el Códice Escalada, firmado por el indio Antonio Valeriano y el español fray Bernardino de Sahagún, recién descubierto, constituye un testimonio directo de la historicidad de Juan Diego, pues contiene una especie de acta de defunción del indígena.

A pesar de que algunos opositores a la aparición de Guadalupe aseguran que no existen documentos históricos relativos a los veinte años que siguieron a las apariciones, los historiadores advierten que muchas fuentes indígenas fueron destruidas, lo cual explicaría la falta de documentación.

Ahora bien, los antiaparicionistas no pueden explicar con elementos históricos algunos aspectos decisivos de la historia de México sin tener en cuenta el milagro de Guadalupe. Como, por ejemplo, el hecho de que, después de una conquista dramática y tras dolorosas divisiones y contraposiciones en el seno del mundo político nahuatl, en un lugar significativo para el mundo indígena, en el cerro del Tepeyac, se levantara enseguida una ermita dedicada a la Virgen María bajo el nombre de Guadalupe, que con la Guadalupe de España coincide solo en el nombre.

Adicionalmente, la historicidad de Juan Diego ha quedado tan fundamentada que el presidente de la Comisión creada por la Congregación romana para las Causas de los Santos, Fidel González, está estudiando los orígenes sociales de Juan Diego, aunque todavía se desconoce si era un noble indio o un pobre indio.

Existen otras muchas pruebas históricas sobre la existencia de Juan Diego, como, por ejemplo, la tradición oral, fuente decisiva al estudiar a los pueblos mexicanos, cuya cultura era principalmente oral. Esta tradición, en esos casos, suele obedecer a cánones bien precisos y, en el caso de Guadalupe, siempre confirma la figura histórica y espiritual de Juan Diego.

En conclusión, después de un estudio riguroso por parte de la Comisión histórica de la Congregación vaticana para las Causas de los Santos y por la existencia de pruebas históricas, la figura de Juan Diego ha sido confirmada como histórica y fundamental en el Acontecimiento de Guadalupe. La historicidad de Juan Diego es una parte importante de la historia de México y de la Iglesia, y su canonización en el año 2002 es una muestra de ello.

Las siguientes preguntas pueden ayudarnos a profundizar y reflexionar sobre el tema:

1. ¿Qué es la Comisión histórica creada por la Congregación vaticana para las Causas de los Santos?
La Comisión fue creada para analizar la historicidad de Juan Diego en el proceso de canonización del beato indio.

2. ¿Quién fue el presidente de la Comisión histórica?
El profesor de Historia eclesiástica en las Universidades Pontificias Urbaniana y Gregoriana, Fidel González Fernández, fue nombrado como presidente.

3. ¿Qué documentos indígenas guadalupanos se destacan entre los presentados en el Congreso extraordinario?
El Nican Mopohua y el Códice Escalada se destacan entre los documentos indígenas guadalupanos.

4. ¿Por qué es importante la figura de Juan Diego en la historia de México?
Juan Diego representa un encuentro entre el mundo religioso y cultural precortesiano y el cristiano llegado de Europa, lo que se muestra en el hecho guadalupano.

5. ¿Cómo ha sido objeto de controversia la historia de Guadalupe?
Desde el siglo XVIII se han puesto en duda la historicidad del hecho guadalupano, y algunas tesis buscan reducirla a un mero símbolo o creación de diferentes grupos.

Con información de Corazones.org