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¿Cuáles son los pasos y cosas que necesitas saber para ayunar?

¿Cuáles son las formas de practicar el ayuno y cómo podemos utilizarlo en nuestro crecimiento espiritual?

El ayuno es renunciamiento, es solamente una parte de este trabajo espiritual que todo seguidor de Cristo debe llevar a cabo si desea alcanzar la santidad propuesta por Jesucristo. Aquí te queremos mostrar 6 maneras de implementarlo en tu vida. Creo que la combinación del ayuno con la oración es la herramienta espiritual más poderosa que nuestro Señor nos ha brindado para destruir las fortalezas del mal y dar paso a un gran renacimiento y cosecha espiritual en todo el mundo. El ayuno forma parte de la vida de fe de muchas religiones. Durante un ayuno, el creyente decide por un tiempo determinado privarse de algo que le resulta difícil de dejar de lado. Esto se hace para evitar que se interponga entre su relación personal con Dios. Usualmente, el ayuno implica abstenerse de consumir alimentos. La comida es una de las grandes bendiciones que Dios nos ha dado en nuestras vidas y es una necesidad real. Sin embargo, Dios tiene control sobre nuestras necesidades. En el ayuno, ofrecemos a Dios este pequeño sufrimiento. El ayuno es más que simplemente no comer. Si has considerado practicar el ayuno de manera regular en tu vida, pero no estás completamente seguro de su propósito, al examinar la Biblia encontrarás historias sorprendentes sobre el ayuno y sus resultados notables. Las Escrituras nos presentan ejemplos de individuos como Daniel, Moisés y Jesús, quienes recurrieron al ayuno para lograr avances poderosos en sus vidas. Jesús también nos alienta a apartar tiempos para ayunar (Mateo 6:17). A través de la práctica y el estudio de la palabra de Dios, descubrimos que el ayuno va más allá de la simple abstinencia de alimentos, ya que también implica humillarse ante Dios. Los ejemplos bíblicos nos ayudan a comprender por qué y cómo debemos ayunar. Cómo comenzar tu ayuno La manera en que comiences y realices tu ayuno determinará en gran medida tu éxito. Al practicar el ayuno, harás que tu tiempo con el Señor sea más significativo y gratificante espiritualmente. Define tu objetivo inicial ¿Por qué estás ayunando? ¿Es para renovación espiritual y mejorar tu comunicación con Dios? ¿Para obtener orientación en tus decisiones? ¿Por la sanación de algo específico o de alguien más? ¿Por un problema en particular? ¿Para pedir la gracia especial de manejar una situación difícil? Antes de comenzar tu ayuno, descubre cuál es tu propósito inicial. Pídele al Espíritu Santo que aclare tu dirección y metas para tu ayuno. Esto te permitirá orar de manera más específica y estratégica. A través del ayuno y la oración, nos humillamos ante Dios para que el Espíritu Santo revele en nuestras almas aquellas cosas que regularmente no vemos, para que despierte nuestra conciencia, mejore nuestra relación personal con Jesucristo y sane nuestros corazones. Haz del ayuno una prioridad en tu vida. 7 pasos para practicar el ayuno. Algunas personas desean ayunar, pero nunca encuentran la fuerza para hacerlo, por el contrario, se encuentran con una serie de obstáculos en su vida y no saben por dónde empezar. Aquí te ofrecemos 7 pasos sencillos que pueden ayudarte a iniciarte y crecer en este ejercicio espiritual tanto como te sea posible: Paso 1: Establece tu objetivo. Como se mencionó anteriormente, esto implica fijar tu meta inicial: ¿Por qué estás ayunando? ¿Para qué lo estás ofreciendo? ¿Qué deseas obtener? ¿O quieres renunciar a algo? Consulta a tu mejor guía en el camino del crecimiento espiritual: el Espíritu Santo. Él puede aclarar tus dudas y establecer su dirección y objetivos para tu ayuno de oración. Esto te permitirá orar de manera más específica y estratégica. El Espíritu Santo desea ayudarnos a fortalecer nuestro espíritu. No temas acudir a Él. Aquí tienes una breve oración para invocarlo: “Oh Espíritu Santo, amado de mi alma, te adoro. Ilumíname, guíame, fortaléceme, consuélame. Dime qué debo hacer. Envía tus órdenes a mi corazón. Prometo someterme a todo lo que Tú desees de mí y aceptar todo lo que Tú permitas que me suceda. Sólo permíteme conocer tu voluntad. Amén”. Paso 2: Compromiso. Ora para determinar qué tipo de ayuno es más apropiado para ti y establece un compromiso. Jesús les dijo a sus discípulos que, para ciertas situaciones de la vida que parecen difíciles, debían ayunar (Mateo 6:16-18; 9:14,15). Antes de ayunar, decide de antemano un horario de actividades para garantizar tu compromiso con el tiempo dedicado. Lo primero y más importante que debes establecer es la duración de tu ayuno (hasta las 3:00 pm, hasta las 6:00 pm, tú decides). Para obtener el máximo beneficio espiritual, reserva un tiempo amplio para estar a solas con Dios y escuchar lo que Él tiene que decir a tu corazón. Cuanto más tiempo pases con Él, más significativo será tu ayuno. Considera estas preguntas y determina lo que mejor se ajusta a ti: ¿Lo harás un día a la semana, un día al mes? ¿Qué tipo de ayuno harás (sólo agua, agua y jugos, qué tipo de jugos beberás y con qué frecuencia)? ¿Qué actividades físicas o sociales restringirás? Recuerda conservar tus energías físicas, espirituales y emocionales para el ayuno. ¿Cuánto tiempo dedicarás cada día a la oración y a la Palabra de Dios? ¿Qué hora del día elegirás para esto? Establecer estos pequeños compromisos de antemano te ayudará a mantener tu ayuno cuando las tentaciones físicas y las presiones de la vida te tienten a abandonarlo. Paso 3: Preparación espiritual. El fundamento mismo del ayuno y la oración es el arrepentimiento. El pecado no confesado obstaculizará tus oraciones. Aquí hay varias cosas que puedes hacer para preparar tu corazón: Pídele a Dios que te ayude a hacer una lista completa de tus pecados pasados y heridas no sanadas. Ve a la confesión. Confiesa tus pecados y acepta el perdón de Dios a través del sacerdote. Busca el perdón de aquellos a los que has ofendido y perdona a todos los que te han hecho daño. Realiza una breve oración diaria al Espíritu Santo (la que se mostró en el paso 1 te puede servir). Medita en algún pasaje de la Palabra de Dios. Comienza con el Evangelio de San Marcos, que es corto. Además, debes prepararte para la batalla espiritual. Has iniciado un proceso que el demonio odia, por lo que también intensificará sus mecanismos para hacerte perder el control y abandonar el ayuno. Paso 4: Preparación física. Antes de hacer tu ayuno, toma medidas en relación a tu salud. Consulta primero a tu médico, especialmente si estás tomando medicamentos recetados o si tienes alguna enfermedad crónica. Algunas personas no deben ayunar sin supervisión profesional. La preparación física facilitará el cambio en tu rutina alimentaria para que puedas enfocar toda tu atención en Dios a través del ayuno y la oración. Prepara tu cuerpo físicamente. Si es la primera