✝
¿Cómo podemos convertir nuestras tentaciones en fortaleza espiritual para avanzar en el camino de la virtud cristiana?
Queridos miembros de la comunidad, quiero aprovechar esta oportunidad para saludarlos cordialmente en este día. La semana pasada exploramos el tema de los vicios y virtudes, y cómo este tema nos lleva a enfrentar la lucha espiritual que todos los cristianos deben librar. La vida espiritual de un cristiano no es fácil ni lineal, sino más bien un constante combate por mantener y enriquecer la fe. En el sacramento del bautismo, la unción catecumenal simboliza esta lucha, recordándonos que todos debemos enfrentar pruebas y tentaciones en la vida.
Abba Antonio, un prominente padre del monacato, solía decir “Quita la tentación y nadie se salvará”. Esto nos recuerda que la tentación es un desafío constante en nuestras vidas, que debemos reconocer y rechazar. Todos enfrentamos tentaciones y debemos aprender a resistirnos a ellas. La autoabsolución y el pensamiento de “estoy bien” es engañoso, ya que todos tenemos cosas que arreglar y debemos luchar contra nuestras tentaciones.
Isaac de Nínive nos enseña que el que conoce y llora sus pecados es más grande que el que resucita a un muerto. Debemos pedir la gracia de reconocernos como pecadores y confiar en la misericordia infinita de Dios. Jesús se sometió al bautismo a pesar de no tener pecados, para estar cerca de los pecadores, recordándonos que en nuestros peores momentos, Él está a nuestro lado.
Después de su bautismo, Jesús fue tentado por Satanás en el desierto, mostrándonos que las tentaciones son parte de la vida humana, y la importancia de mantener la claridad interior para elegir el camino correcto. Los cristianos constantemente luchamos entre extremos opuestos, desafiados por el orgullo, el odio, la tristeza y el endurecimiento de corazón. Reflexionar sobre los vicios y virtudes nos ayuda a superar esta cultura nihilista y nos recuerda que podemos trascendernos a nosotros mismos y caminar hacia la santidad.
El combate espiritual nos ayuda a analizar los vicios que nos encadenan y a cultivar las virtudes con la gracia de Dios, para llevar la primavera del Espíritu a nuestra vida. Debemos pedir la luz y la gracia de Dios para mantenernos en el camino del bien, enfrentando los desafíos y las pruebas sin temor.
Espero que estas reflexiones nos ayuden a comprender la importancia de la lucha espiritual en nuestras vidas. Que Dios los bendiga y la Virgen santa los cuide. Muchas gracias.
______________
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. Hoy recordamos la fiesta del Santo Nombre de Jesús. Pidamos al Señor luz para mantenernos en el camino del bien y su gracia para perseverar en él, sin temer los desafíos y las pruebas. Que Dios los bendiga y la Virgen santa los cuide. Muchas gracias.
______________
Resumen leído en español por el Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas:
En esta segunda catequesis sobre las virtudes y los vicios, meditamos sobre el combate espiritual. Toda nuestra vida es una lucha, marcada por los contrastes y las tentaciones, que son necesarias para avanzar en el camino de la virtud, pues nos pone de frente a la realidad de nuestra pequeñez.
Quien considera que ya ha conseguido cierto grado de perfección, que no necesita de conversión, que no necesita confesarse, o que no vale la pena el esfuerzo, vive en la luna, vive en la obscuridad y no distingue el bien del mal. Por el contrario, debemos pedir a Jesús que nos dé la capacidad y la fuerza de confrontarnos con nuestra debilidad, la valentía de abandonarnos a su misericordia y la sensatez de no bajar la guardia en este esfuerzo. El enemigo está al acecho y hay que estar alerta para no dejarse engañar.
✝
Con información de es.catholic.net