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“¿Por qué nosotros?” Esa fue la primera pregunta que surgió cuando les dijeron que su hijo tenía cáncer terminal.
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Eduardo Verástegui y Jim Caviezel
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Una pregunta natural, lógica y seguramente compartida por muchos padres en la misma situación.
Pero la respuesta que Donal Walsh dio a esa pregunta fue la que dejó a todos perplejos.
“¿Por qué no yo?” fue la respuesta de Donal.
Esta respuesta puede parecer extraña e incluso desconcertante en un primer momento.
Pero a medida que se profundiza en su historia y en su personalidad, esta respuesta se vuelve cada vez más convincente.
Donal Walsh no era un joven común y corriente.
Era un joven lleno de vida, alegría y curiosidad.
Tenía una pasión por la música, el deporte y la literatura.
Pero lo que mejor lo definía era su fe católica.
Donal era un joven profundamente religioso, que rezaba el rosario y la Coronilla de la Divina Misericordia a diario.
Cuando le diagnosticaron cáncer, muchos temían que su fe se desvaneciera.
Pero para Donal, su fe no solo se mantuvo firme, sino que se fortaleció.
Se convirtió en su fuente de esperanza, consuelo y perseverancia.
La fe se convirtió en su respuesta a la pregunta: “¿Por qué no yo?”
Su fe lo llevó a aceptar su diagnóstico de una manera inusualmente optimista.
Decidió que no se dejaría abatir por el cáncer, sino que aprovecharía al máximo el tiempo que le quedaba.
Se convirtió en un defensor apasionado de la vida, un motivador y un modelo a seguir para muchos.
A través de la Fundación Donal Walsh Live Life, creada por sus padres después de su muerte, ha inspirado a miles de jóvenes en toda Irlanda a vivir plenamente y disfrutar de la vida que tienen.
La fundación se ha centrado en promover la vida y prevenir el suicidio, en honor al mensaje que Donal dejó atrás.
La vida de Donal es un testimonio de cómo la fe puede transformar y dar sentido a la experiencia humana.
Desafía a todos los que lo escuchan a abandonar su propio egoísmo y considerar el bien común.
Su historia nos enseña que incluso en los momentos más difíciles, se puede encontrar significado y propósito en la vida.
Su legado vive en los miles de vidas que ha tocado.
Su valentía, fe y amor por la vida son un faro de esperanza para muchos.
La pregunta “¿Por qué no yo?” se ha convertido en una invitación para todos nosotros a vivir una vida de significado y propósito.
Los estudiantes presentes en la Basílica y Santuario de Knock han sido testigos de la vida y el legado de Donal.
Han experimentado la poderosa fuerza de su testimonio y su mensaje.
Han sido inspirados a vivir sus propias vidas de una manera que tenga un impacto significativo en los demás.
La historia de Donal sigue siendo un recordatorio de que la vida puede ser hermosa, incluso en las circunstancias más difíciles.
Nos desafía a reconsiderar nuestras propias preguntas en tiempos de sufrimiento y pérdida.
¿Por qué no yo? ¿Por qué no podemos ser la fuerza que necesitan los demás? Su respuesta es simple: podemos serlo.
La vida de Donal Walsh es un testimonio de cómo la fe puede transformar la vida.
Su mensaje es cada vez más relevante en nuestra sociedad actual, marcada por el individualismo y el materialismo.
Su legado vive en las vidas que ha tocado y en las personas que continúan inspirándose y fortaleciéndose gracias a su ejemplo.
En un mundo que a menudo nos hace sentir perdidos y perplejos, la vida de Donal es un faro de esperanza.
Nos desafía a reconsiderar nuestras propias preguntas y a vivir una vida que tenga impacto en los demás.
Su legado es un recordatorio de que la vida puede ser hermosa, incluso en las circunstancias más difíciles.
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Con información de catholicnewsagency.com – Foto: Crédito: catholicnewsagency