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Exfeminista convertida en pro-vida comparte su testimonio previo a la Marcha por la Vida en Colombia

Al leer el testimonio de Adriana, una joven madre colombiana que se opone al aborto, me quedé perpleja ante la fuerza y el coraje que demuestra al enfrentar una situación tan difícil como es ser madre soltera. Pero lo que realmente me sorprendió fue la cantidad de ayuda que recibió por parte de organizaciones pro-vida, como Red Provida.

Adriana relata cómo, tras descubrir que estaba embarazada, se sintió abrumada por la situación y no sabía qué hacer. Fue entonces cuando un misionero de Bonds of Mary’s Love la conectó con Red Provida, una organización que ofrece apoyo emocional y espiritual a mujeres embarazadas que están considerando el aborto.

La joven madre cuenta que la psicóloga de Red Provida le ofreció un apoyo completo y que gracias a ellos pudo superar este difícil momento. Es admirable ver cómo una organización puede tener un impacto tan positivo en la vida de una mujer que se encuentra en una situación tan vulnerable.

Sin embargo, lo que más me llamó la atención de su testimonio fue la postura firme y decidida de Adriana contra el aborto. Ella cree que no hay razón suficiente para arrebatarle la oportunidad de vivir a un bebé, incluso en casos de violación o malformación fetal.

Es importante tener en cuenta que en Colombia el aborto se despenalizó en 2006 bajo tres causales: violación, malformaciones fetales o peligro para la vida de la madre. Pero en febrero de 2022, la Corte Constitucional emitió un fallo que liberalizó el aborto a pedido hasta las 24 semanas de embarazo.

Fue entonces cuando se organizó la Marcha Nacional por la Vida, el pasado 3 de junio, para exigir la derogación de esta sentencia y de otra de 2012 que despenalizaba la eutanasia. Decenas de miles de personas en varias ciudades del país se unieron a la manifestación, mostrando su oposición a estas prácticas.

Es admirables ver cómo una persona como Adriana, que ha pasado por momentos tan difíciles como ser madre soltera, puede encontrar la fuerza y la esperanza en la defensa de la vida. Como ella misma dice, no tenemos autoridad sobre la vida, Dios es quien decide quién vive o muere. Y si tenemos el don de dar vida, ¿cómo podemos arrebatárselo a un bebé que merece tener la oportunidad de vivir?

En definitiva, el testimonio de Adriana y la Marcha por la Vida en Colombia son un llamado a la reflexión sobre el valor de la vida y la necesidad de protegerla desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. Como sociedad, debemos hacer todo lo posible para apoyar a las mujeres embarazadas y ofrecerles alternativas al aborto, y para defender los derechos humanos más fundamentales, como el derecho a la vida.

Con información de catholicnewsagency.com – Foto: Crédito: catholicnewsagency