Explorando el misterio de la Santísima Trinidad: ¿Es un solo Dios verdadero que se manifiesta en tres personas distintas?

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¿Cómo se expresa la realidad de la Trinidad en la Sagrada Escritura y cómo se relacionan las tres personas divinas?

La Santísima Trinidad es uno de los misterios más profundos de nuestra fe.

Es difícil de comprender y, como dijo San Agustín, es como querer meter el mar en un hoyo finito.

Pero aunque incomprendido, este misterio ha sido revelado y se encuentra expresado de muchas maneras en la Sagrada Escritura.

Dios, nuestro Padre, es una Trinidad de tres Personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Es difícil para nosotros comprender cómo tres pueden ser uno, pero así es como Dios se ha revelado a nosotros.

La existencia de las tres personas divinas es manifiesta en la Sagrada Escritura, y sus relaciones entre sí también están expresadas.

Las relaciones entre las tres personas divinas son el resultado de dos procesiones inmanentes dentro del Ser Divino: la procesión del entendimiento divino que genera el Verbo y la procesión del amor en la que el Padre y el Hijo espiran al Espíritu Santo, que es el Amor Espirado.

Estas relaciones entre las personas divinas son opuestas entre sí y son las tres únicas relaciones divinas que existen.

La relación de paternidad consiste en el orden del Padre al Hijo, y la relación de filiación, en el orden del Hijo al Padre, y es claro que estas dos relaciones se oponen entre sí.

Sin embargo, la relación de espiración activa no se opone a ninguna de las otras dos relaciones, sino que solo se opone a la de procesión o amor espirador.

Así, se puede ser Padre y Amor espirador, y se puede ser Hijo y Amor espirador, pero no ambos al mismo tiempo.

Estas tres relaciones opuestas, que son solo tres, son las tres Personas de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Son tres, pero son una sola esencia.

Es difícil para nosotros comprender este misterio, pero debemos aceptarlo como un dogma de nuestra fe.

San Agustín nos enseña que el misterio de la Trinidad es como querer meter el mar en un hoyo finito.

Es difícil de comprender, pero no es necesario para nuestra salvación.

Lo que necesitamos es creer que Dios es una Trinidad de tres Personas divinas, y que estas personas están unidas en una sola esencia.

Esto es lo que Dios se ha revelado a nosotros, y es lo que debemos aceptar con fe.

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^{Con información de Gaudiumpress.org}