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Los viejos engaños en la Nueva Era.

¿Qué es la Nueva Era y cuáles son sus creencias en relación a Dios, la vida y la muerte, y cómo afectan a la fe católica?

Desde hace mucho tiempo, el ser humano ha soñado con una época dorada en la que no existiera la enfermedad, la pobreza, la guerra, el hambre y las limitaciones. Anhela un mundo perfecto que se transforme ante sus ojos y se convierta en algo completamente nuevo. Este sueño sigue vivo en la actualidad y se siente con más fuerza que nunca a medida que nos acercamos al final del milenio. Aunque el mundo en el que vivimos se encuentra tecnológicamente avanzado, espiritualmente está hambriento y experimenta una profunda desilusión frente al bienestar que no borra la pobreza, la libertad que no quita la esclavitud y la ciencia que no despeja la incertidumbre profunda que sentimos.

Desde hace unos treinta años, una ola cultural, filosófica y religiosa se ha estado formando con la intención de reaccionar contra el presente estado de la humanidad y llevarla a un nuevo nivel. A esta ola le llamamos la “Nueva Era” y, actualmente, no hay ningún aspecto de nuestra vida que no haya sentido sus efectos de alguna forma. Las ideas y objetivos de la Nueva Era recogen elementos de las religiones orientales, el espiritismo, las terapias alternativas, la psicología transpersonal, la ecología profunda, la astrología, el gnosticismo y otras corrientes, y los mezcla y comercializa de diversas formas para proclamar el inicio de una nueva época para la humanidad. Aunque esta ola pretende llevarnos hacia un nuevo nivel, en el fondo no parece más que un intento vano del ser humano de salvarse a sí mismo haciendo promesas que no puede cumplir y atribuyéndose poderes que no posee.

Mientras la fantasía de la Nueva Era nunca será más que eso, una fantasía, ha logrado sembrar la confusión en los corazones de muchos, lo que la convierte en una amenaza para la integridad de la fe. En este breve escrito se tratará de responder a las preguntas más frecuentes sobre la Nueva Era y aclarar las dudas iniciales que surgen en torno a la materia, así como invitar a los fieles y sus pastores a profundizar en el estudio fenómeno de la Nueva Era.

La Nueva Era no es una secta, iglesia ni religión, sino más bien una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según ciertas creencias que tienen en común. Aunque no tiene líderes, reglas ni doctrinas fijas, ni tampoco disciplina común.

A pesar de no ser una religión, la Nueva Era trata de muchas cosas que tocan nuestra fe, como Dios, la creación, la vida, la muerte, la meditación y el sentido de nuestra existencia. Toma diversos aspectos de muchas religiones, ciencias y literaturas, y los mezcla con cierta originalidad para dar respuestas fantásticas a las preguntas más importantes de la vida humana. A veces, inclusive usa un lenguaje cristiano para expresar ideas muy contrarias al cristianismo.

Cualquier persona puede formar parte de la Nueva Era, y sus líderes y pensadores suelen ser gente de la ‘revolución contracultural’ de los años 60 y 70 que rechazó los valores y los caminos religiosos tradicionales a favor del libertinaje, de la cultura de la droga, del amor libre y de los experimentos de las comunidades utópicas. Hoy en día, sus ideas están tan difusas que un gran número de personas las comparten sin un rechazo formal y evidente de su propia cultura o su estilo de vida.

Las creencias más comunes de la Nueva Era incluyen el espíritu de individualismo que permite a cada cual formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. La Nueva Era afirma que el mundo está a punto de entrar en un periodo de paz y armonía mundial, señalado por la astrología como “la era de acuario”. Esta era será fruto de una nueva conciencia en los hombres, y todas las terapias y técnicas de la Nueva Era pretenden crear esta conciencia y acelerar la venida de la era de acuario. Además, la Nueva Era sugiere que el hombre se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de si mismo. Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad y no hay bien ni mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad. Asimismo, la Nueva Era considera que el universo es un ser único y vivo en evolución hacia el pleno conocimiento de sí y que el hombre es la manifestación de su auto-conciencia. La naturaleza también forma parte del único ser cósmico, participando, por tanto, de su divinidad. Todas las religiones son iguales, y en el fondo dicen lo mismo. También se afirma la existencia de maestros invisibles que se comunican con personas que ya han alcanzado la nueva conciencia y les instruyen sobre los secretos del cosmos. Finalmente, todos los hombres viven muchas vidas y se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos.

Cuando a las personas de la Nueva Era se les hace ver que estas creencias son pura fantasía, se les responde que su conciencia todavía no está iluminada y que su comprensión está condicionada por esquemas culturales que serán superados en la Nueva Era. Normalmente se echan mano de testimonios de experiencias subjetivas que son tan imposibles de verificar como de desmentir, mitos o leyendas de las tradiciones de antiguos pueblos, o se toman datos de las ciencias y se los aplican a la vida espiritual del hombre como si las mismas leyes rigiesen en ambos mundos.

Dentro de la Nueva Era, no hay lugar para el Dios que se nos reveló en Jesucristo. El Dios de la fe católica es una persona, mientras que el “dios” de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima. El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El “dios” de la Nueva Era es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí misma. El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él. El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. Por otro lado, el “dios” de la Nueva Era es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la Nueva Era, el amor más alto es el amor a sí mismo.

La Nueva Era sugiere que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos, y que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que Él se dio cuenta de su divinidad mientras que la mayoría de los hombres todavía no la han descubierto. De esta forma, la Nueva Era le quita a Jesucristo su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios y ridiculiza el hecho de que Dios se hizo hombre para salvarnos del pecado.

La reencarnación es una creencia que la fe católica no acepta, ya que consiste en la creencia en una cadena de regresos a esta vida bajo diverso aspecto corporal. Si fuera cierta, la libertad de cada individuo sería inútil y sus decisiones, luchas, esfuerzos, sacrificios y sufrimientos en la vida no tendrían ningún valor, pues tendría que hacer todo de nuevo una y otra vez. Si la reencarnación fuera cierta, la pasión y muerte de Cristo no tendría sentido y su resurrección no nos aseguraría la redención.

En conclusión, la Nueva Era es una corriente peligrosa que se presenta como una respuesta a las necesidades religiosas y espirituales de la humanidad. Sin embargo, ofrece una visión demasiado fantasiosa de la realidad y es contraria a la fe católica. Debemos estar alertas para no caer en la confusión

Las siguientes preguntas pueden ayudarnos a profundizar y reflexionar sobre el tema:

1. ¿La Nueva Era es una secta religiosa? No. No tiene jefe, ni reglas, ni doctrinas fijas, ni disciplina común.
2. ¿Por qué se dice que es una ‘nueva religión’? Toma diversos aspectos de muchas religiones y también de las ciencias y los mezcla con cierta originalidad.
3. ¿Quiénes pertenecen a la Nueva Era? Todo tipo de persona puede formar parte de la Nueva Era.
4. ¿Cuáles son las erróneas creencias de la Nueva Era? El espíritu de individualismo, que permite a cada cual formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética.
5. ¿Qué dicen los de la Nueva Era cuando se les muestra que sus creencias son fantasía? Dicen que la conciencia del individuo aún no está iluminada y que su comprensión está condicionada.
6. ¿Cómo intentan comprobar unas creencias que no corresponden a la realidad? Echan mano de testimonios de experiencias subjetivas, mitos o leyendas, o toman datos de las ciencias para aplicarlas a la vida espiritual.
7. ¿Qué lugar hay en la Nueva Era para el Dios revelado en Jesucristo? Ninguno. El ‘dios’ de la Nueva Era es una fuerza impersonal y anónima.
8. ¿Qué dice la Nueva Era de Jesucristo? Dice que fue un maestro iluminado más entre muchos, quitándole su carácter único e irrepetible de Hijo de Dios.
9. ¿Pueden los católicos aceptar la creencia en la reencarnación? No. La reencarnación va en contra de la libertad y la redención ofrecida por la pasión y resurrección de Cristo.

Con información de Proyectoemaus.com