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¿Nos hemos olvidado de lo que significa ser católico? ¿Hemos perdido de vista nuestra identidad como seguidores de Cristo? La respuesta a estas preguntas puede ser difícil de responder, pero la realidad es que, como cristianos, nos hemos desviado mucho de nuestros principios y valores.
En nuestro mundo moderno, es fácil caer en la trampa de olvidar lo que significa ser cristiano.
Estamos rodeados de tantas distracciones, y es fácil perder de vista nuestra identidad como hijos de Dios.
Nuestra sociedad nos bombardea con mensajes que nos llevan a olvidar lo que realmente importa: vivir según los principios de Jesús.
Nuestra fe católica nos llama a vivir una vida de amor y servicio a Dios y al prójimo.
Esto significa vivir una vida de oración, de amor por los demás, de perdón y de reconciliación.
Significa vivir una vida de compasión y misericordia, de ayuda a los necesitados, de respeto por la vida humana y de justicia.
Significa vivir una vida de humildad y de aceptación de los demás.
Nuestra fe nos llama a ser testigos de Cristo en el mundo.
Esto significa compartir el amor de Dios con los demás, llevar el mensaje de salvación a aquellos que aún no lo han experimentado, y ser luz en el mundo.
Significa ser una voz de consuelo para los afligidos, una fuente de esperanza para los desesperados, y una fuente de amor para los que están solos.
No podemos permitirnos el lujo de olvidar lo que significa ser católico.
Debemos recordar que somos llamados a ser la luz del mundo, a ser testigos de Cristo, a amar a Dios y al prójimo, y a vivir según los principios de la fe.
Esto significa vivir una vida de oración, de amor, de perdón y de reconciliación.
Significa vivir una vida de compasión y misericordia, de ayuda a los necesitados, de respeto por la vida humana y de justicia.
Significa vivir una vida de humildad y de aceptación de los demás.
Esto es lo que significa ser un verdadero católico.
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Con información de VidanuevaDigital.com