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¿Quién fue el Padre Francisco Pianzola y cuál fue la Congregación que fundó en Italia?
El beato Francisco Pianzola fue un sacerdote italiano nacido en Sartirana Lomellina, provincia de Pavia en el año 1881.
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Desde su infancia, Francisco tuvo la oportunidad de conocer los trabajos y sufrimientos de los agricultores y cultivadores de arroz que llegaban de otros lugares para buscar trabajo en Lomellina.
Aunque su infancia estuvo llena de dificultades, Francisco fue un muchacho piadoso, reflexivo y abierto que sintió la llamada de la vocación sacerdotal.
Estudió en el Seminario de Vigevano y el 16 de marzo de 1907 fue ordenado sacerdote.
Francisco nunca se olvidó de los trabajadores de los campos, a quienes apasionaba anunciar el Evangelio en su tierra, prefiriendo a los humildes, a los campesinos olvidados y a los obreros de las fábricas.
Así que optó por la predicación itinerante, dirigida de manera especial al pueblo y a los jóvenes.
En ese contacto vivo y profundo con su pueblo, Francisco conoció su hambre por la verdad y percibió la voz de Dios que lo llamaba a realizar nuevas iniciativas apostólicas con el fin de llegar a compartir el pan del Evangelio con todos y cada uno.
Para cumplir con esta misión, Francisco fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Reina de la Paz, estableciendo la casa matriz en Mortara, la “capital” de Lomellina.
La finalidad era que “pobres y humildes Jesús, se hicieran esclavas de las pobres almas” buscándolas en las más distantes fábricas y campiñas, en los corrales, en las afueras… para ayudarlas y consolarlas, para repetir “con sencillez y amor” la Palabra que salva, colaborando así con el sacerdocio católico.
El Padre Pianzola, rodeado de gran cariño y fama de santidad, murió en la Casa Matriz de sus hermanas en Mortara el 4 de junio de 1943, donde ahora descansa.
Fue llamado “el apóstol de Lomellina” por las autoridades eclesiásticas y “el santo de los arrozales” por su gente.
El Papa Benedicto XVI lo declaró “venerable” el 26 de junio de 2006 y fue beatificado el 4 de octubre de 2008 en la catedral de Vigevano por el cardenal José Saraiva Martins, prefecto emérito de la Congregación para las Causas de los Santos, después de la aprobación de un milagro atribuido a su intercesión.
En resumen, Francisco Pianzola fue un sacerdote que dedicó su vida a los más necesitados y a compartir el mensaje de la salvación.
Su labor misionera resultó en la fundación de una congregación de hermanas misioneras, cuya finalidad era llevar el Evangelio a los lugares más remotos donde se encontraban los olvidados y necesitados.
Su memoria es honrada y admirada por muchos, y su beatificación es una señal de la importancia de su obra para la Iglesia Católica.
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Con información de es.catholic.net
