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Soldado ora por aquellos que han perdido la alegría; que recuperen la sonrisa y la esperanza.

Soldado pide perdón a Dios

¿Cómo puedo, Señor, compartir tu amor con los esclavos y los demás a mi alrededor, a pesar de tener un arma bajo el brazo?

Esta noche, Señor, he presenciado algo que me ha dejado profundamente afectado: he visto un esclavo.

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La Película que no quieren que veas
Sonido de Libertad
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Eduardo Verástegui y Jim Caviezel
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Era un joven de veinte años, con el cabello descolorido y arrugas como si fuese un anciano.

Se encontraba durmiendo en el coche de su dueño, sin tener un lugar propio para descansar.

Al llevarle al puesto de guardia, comenzó a llorar, aunque afirmaba que no era por nosotros.

Su miedo no procedía de nosotros, sino de su dueño.

Le ofrecimos un cigarrillo y un café, pero los rechazó.

Le dimos un capote y un trozo de pan.

Después, Señor, la ronda prosiguió.

Me gustaría haberle hablado más.

Quería decirle que deseaba ser su amigo, que yo entendía que él estaba en su casa y yo no.

Quería estrecharle la mano.

Comprendo, Señor, que hay muchos esclavos que ni siquiera tienen derecho a las sobras de la mesa de los demás.

Esta noche, hemos hecho registros, detenido y arrestado a muchas personas.

Estaba incómodo, desazonado.

Yo no estaba en mi casa, yo entraba en sus hogares de forma violenta.

Quería sonreírles mientras los registraba, pero era difícil hacerlo con amor cuando llevaba un arma bajo el brazo.

Sin embargo, un hombre al que acabamos de catear me ha mirado con una sonrisa, y he podido corresponderle.

Hemos llegado a ser amigos.

Quería sonreírles a todos, incluso al que se marchó diciendo: “¡Esto es una vergüenza!”.

Pero a éste, aun a pesar mío, le despedí con un gesto hosco.

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Señor, te ruego que les des tu amor a todos esos esclavos, y que germine en el corazón de todos los hombres.

Dame tu amor, para que yo sepa meterlo en el corazón de todos los que me rodean.

A todos los que hacen de soldados, a todos los que someten, dales tu amor, Señor.

Acepta, Señor, tanto el gesto hosco como la sonrisa; acepta mis deseos y mi impotencia; dígnate aceptar nuestros esfuerzos y nuestros corazones.

Amén.

Las siguientes preguntas pueden ayudarnos a profundizar y reflexionar sobre el tema:

1. ¿Cómo podemos mostrar el amor de Dios a aquellos que están sometidos?
Respuesta: Mostrando compasión, comprensión y bondad, podemos mostrar el amor de Dios a aquellos que están sometidos.

2. ¿Qué efecto tuvo el encuentro entre el soldado y el esclavo?
Respuesta: El encuentro entre el soldado y el esclavo mostró al soldado el dolor de la esclavitud y le permitió entender la necesidad de amor y compasión.

3. ¿Qué deseaba el soldado para los esclavos?
Respuesta: El soldado deseaba que Dios ofreciera su amor y compasión a los esclavos, para que pudieran tener una vida mejor.

4.

¿Cómo puede el amor de Dios cambiar la vida de los esclavos?
Respuesta: El amor de Dios nos da esperanza y nos permite ver el valor de la libertad.

Esto puede cambiar la vida de los esclavos, al mostrarles que hay una vida mejor para ellos.

5. ¿Qué nos dice el artículo sobre la importancia de la oración?
Respuesta: El artículo nos dice que la oración nos ayuda a conectar con Dios y a pedirle Su amor y compasión para aquellos que están sufriendo.

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Con información de Desdelafe.mx