Cómo católicos, mis amados hermanos debemos considerar que la fuente real de todo derecho es Dios nuestro padre y la justicia debe de prevalecer en nosotros incluso sobre cualquier ley humana.

Aquél que toma un pescado por hambre no debe considerarse por ratero, por justicia tenemos que apoyarle para que tenga una forma honesta para poder alimentarse.