Del santo Evangelio según san Marcos ( Mc 11, 11- 26 )
Después de haber sido aclamado por la multitud, Jesús entró en Jerusalén, fue al templo y miro todo lo que en él sucedía; pero como ya era tarde, se marchó a Betania con los Doce. Al día siguiente, cuando salieron de Betania sintió hambre. Viendo a lo lejos una higuera con ojas, Jesús se acercó a ver si encontraba higos; pero al llegar solo encontró hojas, pues no era tiempo de higos. Entonces le dijo a la higuera: “Que nunca jamás coma nadie frutos de ti”. Y sus discípulos lo estaban oyendo... Palabra del Señor. Gloria a tí Señor Jesús.

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