Entonces los brujos dijeron a Faraón: «Aquí está el dedo de Dios.» Pero Faraón se puso más porfiado y no quiso hacerles caso, tal como Yavé lo había dicho anteriormente. De nuevo Yavé dijo a Moisés: «Levántate temprano, preséntate a Faraón cuando vaya al río, y dile: Esto dice Yavé: Deja salir a mi pueblo para que me ofrezca sacrificios. Si tú no lo envías, enviaré yo tábanos contra ti, tus servidores y tu pueblo; e invadirán las habitaciones de los egipcios y todos los lugares donde viven. - Exodo 8:15-17