Martes 24 de enero - Tercera semana del tiempo Ordinario - Memoria de San Francisco de Sales

Evangelio del día, reflexión y oración para conocer y amar más a Dios

Santo evangelio según San Marcos 3, 31 - 35

 

En aquel tiempo, llegaron la madre de Jesús y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dice​: “Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera​ ​y te buscan”.​ Él les pregunta: ​​”¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?” Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: “Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”​. ​✝️



En este día la Iglesia conmemora la memoria de uno de sus más grandes santos como lo es San Francisco de Sales, quien lleva el honor de ser llamado Doctor de la Iglesia. El patrono de los periodistas fue un escritor que se distinguió por decir la verdad con elegancia y sin herir a nadie, por escribir y hablar con tanta delicadeza que nadie se sentía molesto; un escritor y orador que no buscaba el morbo sino la transmisión de la simple y llana verdad evangélica. Y supo comunicar la idea de que todo lo auténticamente humano es cristiano. Fue un humanista de pies a cabeza. Verdadero pastor de almas, hizo volver a la comunión católica a muchos hermanos que se habían separado y con sus escritos enseñó a los cristianos la devoción y el amor a Dios. Fundó, junto con santa Juana de Chantal, la Orden de la Visitación, y en Lyon entregó humildemente su alma a Dios el 28 de diciembre de 1622.

 

En el evangelio de este día escuchamos un breve relato del cual podemos sacar una gran enseñanza. Vemos a Jesús haciendo su misión, predicando y con las personas a su alrededor, llegan su madre y sus familiares a buscarlo y la gente se lo hace saber a Jesús, Jesús se vale de aquella situación para lanzar una gran enseñanza, da a conocer quienes hacen parte de su familia, vale aclarar que aquí Jesús no desprecio a su propia familia como algunos ajenos a la Fe quieren hacer creer, por el contrario, Jesús enaltece a su familia y de ahí transmite esa invitación a ser parte de su familia, comunica los requisitos que debemos poseer para ser merecedores de tan alto honor.

 

La pregunta para nuestra reflexión es: ¿Realmente hacemos parte de la familia de Jesús?. La Iglesia está llena de cristianos solamente de labios para afuera porque sus corazones están lejos de Dio. Jesús nos da el requisito para ser su hermano y hermana: “El que haga la voluntad de Dios, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre”. ¿Cual es la voluntad de Dios? La respuesta es de catecismo básico, la voluntad de Dios es que cumplamos a cabalidad sus mandamientos, si cumplimos sus mandamientos hacemos su voluntad, tenemos santidad de vida y llegamos al cielo. De nada nos sirve ser muy católicos, ser muy devotos si nos dejamos dominar por el dinero y el pecado, si no vamos a la Eucaristía, si no respetamos a nuestros padres, si robamos así sea un pequeño objeto, si mentimos, si juramos, si cometemos impurezas; si hacemos esto no somos cristianos. Revisemos cómo estamos cumpliendo los mandamientos, dependiendo de eso podemos sentirnos felices por ser parte de la familia de Jesús o lamentarnos porque estamos lejos de ser parte de su familia.

 

Oración: 

 

Dios de amor, te damos infinitas gracias porque nos das la oportunidad de pertenecer a tu familia. Tú nos has comprado con la sangre de tu Divino Hijo, pues ella es el vínculo con el que el Espíritu Santo nos ha ungido como tus hijos. Te pedimos que nos concedas en todo momento cumplir tu voluntad y ofrecerte todo aquello que más te agrade. Permítenos, Señor, hacer las cosas mejor posible, pensando siempre en el bien de los demás. Madre de la Iglesia, que tu mayor alegría sea vernos como aquellos que respondemos con generosidad a la voluntad de Dios. Amén



Oremos en este día por los miembros de la Orden de la Visitación, que siguen el espíritu de San Francisco de Sales, para que conserven con fidelidad el legado de su santo doctor.


David Ramirez

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