Miércoles 25 de enero - Tercera semana del tiempo Ordinario - Fiesta de la Conversión de San Pablo

Evangelio del día, reflexión y oración para conocer y amar más a Dios

Santo evangelio según San Marcos 16, 15 . 18

 

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos”. ✝️



Celebramos hoy en la Iglesia una fiesta hermosa que nos debe llenar de gran júbilo y emoción: La conversión de San Pablo. Esta historia es una de las más conocidas de nuestra fe pero siempre será bueno recordarla y más en esta festividad. Saulo de Tarso había sido criado al pie de la letra de la ley judía, es decir, era un fiel seguidor de las enseñanzas de Moisés, como el resto de los líderes de la época, Saulo no creía en Jesús y sus palabras, fue un perseguidor acérrimo de los apóstoles y los primeros cristianos, tanto así que estuvo presente durante el martirio de San Esteban. Pero Dios quería hacer de él un prodigio y durante una persecución a los cristianos le cambió su vida, una luz cegadora lo hizo caer de su caballo y quedar ciego, Saulo escuchó una voz que lo llamaba y le decía que era Jesús, el mismo a quien él perseguía, también le indico a donde tenía que ir para recobrar la vista. Esta fue la conversión de San Pablo que luego de volver a tener la vista dejó su vida pasada y se convirtió en discípulo, tomó el nombre de Pablo y hoy en dia es el gran Santo que se encargó de propagar el evangelio por todos los lugares, ese mismo evangelio que él quería eliminar. Todos los domingos en la Eucaristía se lee un fragmento de una de sus cartas, San Pablo junto a San Pedro son las columnas de la Iglesia, La historia de su conversión la escuchamos en la primera lectura de la Eucaristía de esta fiesta.

 

Por su parte, en el evangelio escuchamos los momentos antes de la ascensión de Jesús al cielo, les da las últimas indicaciones a sus discípulos, les da el mandato principal que deben hacer, en este relato escuchamos la misión de la Iglesia Universal: Anunciar el evangelio al mundo entero, predicar hasta los confines de la tierra. Esta es la tarea que la Iglesia ha cumplido desde el inicio y seguirá cumpliendo hasta que vuelva Nuestro Señor. También escuchamos los signos que podrán hacer aquellos que crean firmemente en Jesús y su palabra, signos milagrosos que hacía el propio Jesús, esto se ha cumplido en los ejemplos de todos los Santos que han obrado maravillas por obra de Dios. La fiesta de la conversión de San Pablo conecta con este evangelio ya que en San Pablo vemos el ejemplo de todo cristiano, anunciar el evangelio en todos los lugares sin importar los problemas que esto pueda ocasionar. 

 

¿Qué estamos haciendo nosotros para que el mandato de Jesús se cumpla? Este mandato no es dirigido sólo a sacerdotes y religiosos, está dirigido a cada hombre y mujer que sea cristiano. No tenemos que ir hasta otro continente para anunciar el evangelio, lo podemos hacer en nuestros propios hogares, trabajos y entornos. La sociedad de ahora necesita ser evangelizada, necesita saber los valores del evangelio, saber que el dinero, el placer, la diversión no nos van a salvar, lamentablemente este mundo vive sin Dios y va rumbo a un abismo donde al caer se darán cuenta que la vida que han llevado era todo lo contrario a la enseñanza que nos dio Jesús. No solo hay que lamentarse por la sociedad, hay que cambiarla y si cada cristiano cumpliera el mandato de Jesús el mundo cambiaría, la sociedad se salvaría. Estamos llamados a ser misioneros y evangelizadores, Jesús regresará en algún momento ¿Que le vamos a responder cuando nos pregunte qué hicimos para cumplir su mandato?

 

Oración: 

 

Señor, en la fiesta de la conversión del Apóstol de los gentiles, San Pablo, te pedimos que nos concedas aquella misma luz que fue a su encuentro, para que nos ayude a renunciar a todo lo que no da vida, ponga en descubierto cual es tu voluntad en nosotros y nos impulse a querer compartir la alegría de la Buena Nueva en el mundo entero. Madre de los apóstoles, llévanos de tu mano al encuentro con Jesús y ayúdanos a reconocer que Él viene por nosotros, para que no lo rehusemos y un día podamos reunirnos todos en la gloria del cielo. Amén



Oremos en este día por todos los que persiguen a Jesucristo en sus discípulos, los templos y las catedrales, para que Él mismo les salga al encuentro, convierta sus corazones y los transforme en testigos de su mensaje.


David Ramirez

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