SIRÁCIDA Cap.41 Hijo, no prives al pobre del sustento,ni dejes en suspenso los ojos suplicantes.2 No entristezcas al que tiene hambre,no exasperes al hombre en su indigencia.3 No te ensañes con el corazón exasperado,no hagas esperar la dádiva al mendigo.4 No rechaces al suplicante atribulado,ni apartes tu rostro del pobre.5 No apartes del mendigo tus ojos,ni des a nadie ocasión de maldecirte.6 Pues si maldice en la amargura de su alma,su Hacedor escuchará su imprecación.
Amén
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