Oración al Beato Álvaro del Portillo
Dios Padre misericordioso,
que concediste al Beato Álvaro, Obispo,
la gracia de ser, con la ayuda de Santa María,
Pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia
y fidelísimo hijo y sucesor de San Josemaría,
Fundador del Opus Dei:
haz que yo sepa también responder
con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana,
convirtiendo todos los momentos
y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte
y de servir al Reino de Jesucristo.
Dígnate otorgar la canonización del Beato Álvaro,
y concédeme por su intercesión
el favor que te pido... (pídase).
Así sea.
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
ORACIÓN
Oh, glorioso Santo Domingo,
tú que fuiste modelo de mortificación y pureza,
castigando tu cuerpo inocente con ayunos y vigilias, y manteniendo inviolable el lirio de tu virginidad,
obtén para mi la gracia que con tanta fe te solicito.
Gran santo, que, inflamado de amor divino,
encontraste tu deleite en la oración
y la unión íntima con Dios,
haz que seamos fieles en nuestras oraciones diarias,
que amemos ardientemente a Nuestro Señor
y que observemos sus mandamientos
con una fidelidad cada vez mayor.
Oh glorioso Santo Domingo, quien,
lleno de celo por la salvación de las almas,
predicaste el Evangelio en temporada
además de trabajar constantemente
para beneficio de pobres y necesitados,
ruega a Dios por mi para que mis necesidades
sean siempre satisfechas,
y pueda trabajar siempre lleno de salud,
con ánimo y alegría.
Ruega a Dios también para que Él me conceda
amar a todos mis hermanos sinceramente
y cooperar siempre, mediante nuestras oraciones
y buenas obras, en su santificación y salvación eterna.
Ora por mi, Santo Domingo,
para que pueda ser digno de las promesas de Cristo.
Amén
Oración a San Nereo y Aquiles
Dios todopoderoso
a cuantos celebramos el valiente testimonio
de los mártires Nereo y Aquiles,
concédenos la ayuda de su intercesión.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios, por los siglos de los siglos
Amén.
Oración a San Pancracio
Glorioso mártir de Jesucristo, amable protector mío, San Pancracio, ya que el Señor escucha tan favorablemente tus ruegos, ayudando espiritual y temporalmente a los que piden sus gracias por tu intercesión, atiende la petición que, con humilde confianza en la bondad de Dios y apoyado en tu poderoso valimiento, elevo al cielo en mi presente necesidad.
(Aquí hágase la petición que se desea conseguir del Santo)
Ya que tu grande amor a Dios te animó a ofrecer la vida en testimonio de la fe, obten para mí este mismo amor y esta fortaleza en la práctica y en la confesión de la fe.
Para alcanzar tu continua protección sobre mí y sobre mi familia, te ofrezco ser fiel en el cumplimiento de la ley de Dios y en los deberes de mi estado, y procuraré agradarte con la frecuente recepción de los santos Sacramentos. Sirviendo a Dios y ayudado por ti, espero gozar de tu compañía en el cielo.
Amén.